Neftalí
García
Cuando surgen preguntas respecto al ambiente y los recursos
naturales, lo más
probable es que se llame al Dr. Neftalí García para que
responda a
éstas. Con un doctorado en química orgánica de la
Universidad del estado de Ohio, es Director de Servicios
Científicos y Técnicos,
Inc. desde principios de 1988. Fue coordinador cientíico de una
organización ambiental llamada "Misión Industrial de
Puerto
Rico" por muchos años en las décadas del 70 y 80.
Asuntos tales como la guerra de Vietnam, el movimiento negro
contra el
racismo y los asesinatos del Presidente J.F. Kennedy y de Martin Luther
King
causaron un despertamiento en la consciencia del Doctor García
en términos
de la necesidad de reformas sociales. Su experiencia de trabajo con
respecto a
los recursos naturales no renovables y el estudio de la economía
política
le dieron una perspectiva sobre la importancia de la
descolonización
ideológica en la lucha por la libertad de los
puertoriqueños. Años
después, leyendo a Fanon, confirmó algunos aspectos de
sus teorías
políticas.
El trabajo del Doctor García consiste en
enseñar a las
comunidades a ampliar su entendimiento al grado de poder resolver sus
propios
problemas. Este es un paso muy importante hacia el logro de una
conciencia de
la necesidad de la independencia tanto política como
económica. El acumula información necesaria para la
solución de problemas, da
charlas, sostiene conferencias de prensa sobre problemas actuales y
trabaja como
consultor en casos relacionados con la contaminación ambiental y
los
recursos naturales. Invita a la participación, fomentando la
autoconfianza y el poder de las organizaciones de base, en un esfuerzo
por
romper con los efectos psicológicos de la colonización.
Ha
testificado ante el Comité de Descolonización de las
Naciones
Unidas, respecto a la relación entre el colonialismo y los
problemas
ambientales.
El doctor García lucha por evitar que Puerto Rico
pierda la belleza
de sus verdes valles y montañas, como resultado de la
contaminición
generada por las industrias controladas por capitales originados
principalmente
en Estados Unidos. Del mismo modo luchó por muchos años
contra el
daño que amenazó a la Isla, por el intento de
compañías
de Estados Unidos por explotar los yacimientos de cobre, oro, plata,
cobalto, níquel
y otros minerales. Actualmente él no ve la inmediata amenaza de
esta
explotación en el futuro cercano.
El doctor García estuvo envuelto en la
oposición a las prácticas
de las compañías Israelíes productoras de
vegetales en
Santa Isabel, al sur de Puerto. El excesivo uso de insecticidas regados
desde
avionetas en estas fincas afectó la salud de los residentes, al
igual que
la vegetación y la fauna. Financiadas con un préstamo de
$36
milliones del Gobierno de Puerto Rico, estas compañías
Israelíes
no pagaron sus préstamos. Se preocuparon más por vender
sus
productos y proteger sus intereses, que de proveer alimentos para
cubrir las
necesidades de los puertorriqueños. Nosotros entramos a un
almacén
en el que un cargamento de cebollas era depositado en camiones para ser
exportadas y obviamente no era para el consumo del país.
Mientras tanto,
Puerto Rico continuúa importando un 80% de sus productos
alimenticios.
Las sesenta o más plantas de productos
farmaceúticos al norte
de Puerto Rico y las plantas petroquímicas en el área sur
no están
siendo controladas cuidadosamente en cuanto a la disposición de
sus
desechos peligrosos. En la práctica, la exención de la
aplicación
de las leyes ambientales es uno de los incentivos provistos a las
industrias
norteamericanas para que se instalen en la Isla. En el 1983, por
ejemplo, se
hallaron 18 pozos contaminados, afectando decenas de miles de personas.
Tricloroetileno, tetraclosoetileno, tetracloruro de carbono, mercurio y
otros
desperdicios químicos peligrosos, han sido encontrados en estos
pozos de
agua potable.
Informes científicos indican que al aire en Puerto
Rico se lanza
siete veces más bióxido de azufre por milla cuadrada que
en
cualquiera de los estados de la nación americana. "Puerto Rico,
como todas las otras islas oceánicas, es un frágil
ecosistema que
no puede llevar sobre sí el peso de modelos industriales hechos
a escala
coninental," nos advierte él.
En un árticulo publicado en Pensamiento
Crítico en
diciembre del 1986, el doctor García trazó una bien
definida
conexión entre el status colonial de Puerto Rico, el uso y el
estado de
sus recursos naturales y el ambiante. Con la inversión de los
Estados
Unidos en la industria, la banca y en especulaciones calculadas en unos
$30
billones, es natural que los asuntos ambientales tengan que acomodarse
a estos
intereses. La Agencia de Protección Ambiental, la
Administración
de Salud y Seguridad Ocupacional y el catastro Geológico de
Estados
Unidos al igual que el Gobierno de Puerto Rico son burocracias
estatales que
protegen dichos intereses corporativos, por oposición a la
economía,
la salud y el bienestar de los puertorriqueños.
El ha señalado que los experimentos con el "Agente
Naranja"
(Agent Orange) y otros herbicidas en los bosques de Puerto Rico
afectan
no solamente la flora y la fauna sino también la salud misma de
las
personas que viven en estas áreas. Por otro lado, la Marina de
Guerra de
los Estados Unidos ha destruido lagunas, actividad agrícola y la
vida
económica y social general de la Isla de Vieques.
Plantas para procesar los desperdicios de las industrias
químicas y
farmaceúticas nunca fueron construidas por éstas, por lo
que
lanzan desperdicios a las plantas de aguas usadas que procesan
desperdicios domésticos
además de los vertederos municipales. Las
compañías
transnacionales han contaminado las aguas superficiales,
subterráneas y
los suelos. Por ejemplo, una urbanización, Ciudad Cristiana, fue
construida sin consideración alguna sobre la presencia
allí de
lindano, plomo, zinc, mercurio y otras substancias tóxicas en
los
sedimentos y el agua. Mercurio fue hallado en la sangre, la orina y el
pelo de
los residentes de esa urbanización, lo que ha afectado
gravemente su
salud.
La ideología colonial es enseñada en las
escuelas y a través
de los medios noticiosos, haciéndose hincapié en que
Puerto Rico
posee escasos recursos naturales, que los puertorriqueños tienen
poca
inventiva y muy limitada habilidad científica y
tecnológica. En
fin, lo que se implica es que los puertorriqueños son
genéticamente
inferiores a los estadounidenses blancos. Con esta perspectiva es muy
fácil
sacar grandes beneficios económicos y mantener sojuzgados a los
puertorriqueños.
En su testimonio ante el Comité de
Descolonización de la ONU
el Dr. García informó un desempleo o subempleo de
más de
30% junto a la multiplicación de los problemas sociales, como
resultado
de la situación colonial. Aquellos puertorriqueños que se
organizan en apoyo a la independencia, son el blanco de
represión económica
y política; muchos son llamados terroristas. Una de las muchas
acciones
represivas fue el allanamiento en el 1985 de las oficinas de Pensamiento
Critico, revista de cuya junta editiorial es miembro el Dr.
García. Miembros de su junta editorial fueron arrestados en otro
intento por eliminar
una voz libre en la discusión y análsis de los asuntos
políticos,
económicos y sociales en Puerto Rico. "El FBI no tenía
una
clara idea de lo que estaba ocurriendo en el movimiento
pro-independencia, por
lo tanto, se llevaron cuanto pudieron de la revista y de un gran
número
de residencias, a fin de obtener información adicional,"
declaró
García. "Pero el error de ellos está en no haber
reconocido
que la reacción iba a servir sólo para fomentar la lucha
política
y alentar a seguir adelante a aquellos que ellos han querido aniquilar.
Los
arrestos y las invasiones de residencias privadas sirvieron para
probarle al
pueblo puertorriqueño que pese a lo que se diga, el colonialismo
carece
de base legal y que el imperialismo, a menos que se le oblique, no
respeta ley
alguna."
[Traducción por Neftalí
García]
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