Piri Thomas

Piri Thomas rechazó una invitación a cenar a nuestra casa, pero en su lugar, nos invitó a una cena gourmet que él mismo prepararía. Cuando entramos a su apartamento en San Francisco, pude entender el porqué escogió ser entrevistado en su propio ambiente. Rodeado de piezas de arte, incluyendo sus propias pinturas, con música clásica suave en el fondo, las reminiscencias y filosofía de Piri salieron a relucir. Nos enseñó fotos de países que él y su difunta esposa Betty habían visitado. Como pareja, estuvieron comprometidos por catorce años y casados por siete, en una cálida y amorosa relación. La decoración es toda de Betty, nos dijo. Placas en la pared testificaban de sus logros escolásticos como abogada especializada en derecho internacional. "Siento mi pérdida en cada vello de mi cuerpo," confesó una vez. Habló de su grito de rabia al océano por la partida de ella, deseando poder seguirla en su muerte. Para ayudar a mitigar el dolor, está escribiendo un libro acerca de su vida con ella, el cual se titulará Un Asunto de Dignidad (A Matter of Dignity).

Nos sentamos brevemente en su oficina para una entrevista formal, mientras un enorme pescado, ingeniosamente decorado y sazonado, se cocinaba en el horno. Pronto nos movimos a la mesa preparada para un continuo manantial de recuerdos y sabiduría.

Yo sabía mucho acerca de su infancia por haber leído Down These Mean Streets, un relato vívido de su vida en el barrio Harlem de Nueva York. El lenguaje y las descripciones retrataban, con un crudo realismo, la lucha por sobrevivir en un mundo brutal. Daniel Stern, en una reneña literaria en el New York Times, escribió: "Un reportaje del corazón y las entrañas de un sector sumergido de la población, nos reclama nuestra atención y respuestas emocionales por la honestidad y el dolor de una vida conducida fuera de la ley, donde el sueño es siempre escapar." Piri nos había dado un ejemplar con su valioso autógrafo, "A mi Hermano y Hermana en la lucha por liberar a todos los niños de la esclavitud humana, no importa si ésta sea mental, física, económica o espiritual."

Le pregunté a Piri por qué sus padres habían inmigrado a los Estados Unidos. Yo estaba consciente de los problemas enfrentados por los puertorriqueños en una tierra inhóspita. Las estadísticas muestran que los 2.6 millones de puertorriqueños que viven en EEUU tienen un ingreso promedio considerablemente más bajo que el de cualquier otra familia hispana, además de tener una tasa de desempleo más alta.

El padre de Piri, Juan Tomás, fue criado por misioneros en un orfanato en Cuba. Emigró a Puerto Rico a los dieciséis años; su intención fue de entrar a EEUU como puertorriqueño. Después de todo, razonaba, los puertorriqueños y los cubanos eran "primos hermanos." Cansado de vivir en islas colonizadas, se aventuró a vivir en "la boca del lobo". Fue traído por unos amigos a EEUU y tirado en Harlem a los diecisiete años. La vida allí era muy severa. Aun siendo entrenado para ser sastre, sólo pudo encontrar trabajos de criado. Cambió su apellido de Tomás al anglicismo Thomas, algo de lo cual estaría avergonzado por el resto de su vida.

Nacido John Peter Thomas, al joven Thomas no le gustaba su nombre, y por eso adoptó Piri, de la palabra "espíritu." Aunque su padre no era una persona muy conversadora, éste imbuyó a Piri con su interés en Cuba, y lo llevó a reuniones políticas para oír, entre otros, a Vito Marcantonio, un verdadero campeón de la justicia y los derechos humanos para los pobres, y de la independencia de Puerto Rico.

La madre de Piri estaba de viaje desde Bayamón, Puerto Rico, cuando conoció a su futuro esposo. Ella era de piel clara, Juan era trigueño, así que sus siete hijos reflejan esa variación.

De su madre, Piri adquirió su visión espiritual, pero nunca pudo relacionarse con la espiritualidad en el contexto de los sacerdotes o la religión organizada, a menos que esto fuera en el sentido de compartir y respetar la dignidad humana. Como adulto, ha creído por largo tiempo que nos necesitamos los unos a los otros. Una vez bromeó sobre Dios (God), deletreándolo en inglés "Good" (Bueno). Cuando alguien omitió la "o" fue cuando todo el infierno se desató! Su madre, Adventista del Séptimo Día, quería que él se convirtiera en sacerdote. Pero escribir estaba en su sangre. Siempre tuvo talento para las palabras. Una vez, al ser regañado por hablar en español por un profesor irritado, resolvió dominar el idioma inglés. El español lo sabía por sus padres; el inglés lo aprendió en la calle. Su madre era una excelente narradora, y le enseñó el folklore de Puerto Rico.

Al protestar el retiro de Down These Mean Streets de algunas bibliotecas, Piri relata el significado que la biblioteca tuvo para él en su infancia. Acostumbraba pasar largo tiempo en ella, pidiendo prestados los dos libros permitidos, y llevándose tres o cuatro más debajo de su abrigo. A través de los libros, aprendió del mundo exterior. Sonrió tímidamente al decir que "siempre devolvía los libros no permitidos, tomando otros nuevos en su lugar".

Completó sus créditos de educación secundaria durante siete largos años de prisión, encarcelado por su participación en un robo armado. Después de libre, expresó su preocupación por sus hermanos y hermanas del Harlem, y trabajó allí por un tiempo con pandillas de la calle.

En su primera visita a Puerto Rico, se embriagó con la belleza del paisaje, y la fealdad del colonialismo. Le ofrecieron una beca para hacer el doctorado en psicología en la Universidad de Puerto Rico. Pero, después de unos meses, lo encontró demasiado aburrido. Los años en prisión habían sido una experiencia que iba más allá de lo que podía aprender en la universidad. Decidió que quería su doctorado en el arte de vivir, en vez del grado académico. Trabajó por un tiempo como asistente del director del Hospital de Psiquiatría en Río Piedras. Como ex-adicto, fue capaz de ayudar a desarrollar un programa exitoso para la rehabilitacin de los adictos a las drogas.

Muy pronto, sin embargo, encontró su verdadero llamado, escribir. Después de Down These Mean Streets, escribió Savior, Savior, Hold My Hand, también autobiográfico, del cual la crítico, Dorothy Eastland, escribió: "...a través de sus páginas está el credo del autor: Camina derecho, o no camines del todo."

Sobreviviendo su juventud en un mundo de racismo y brutalidad, aún pudo escribir, "Mi mundo es verdaderamente amoroso, no obstante las promesas que nunca se cumplen," (citado por Eastland).

Es un libro fuerte, pero al mismo tiempo delicado. "...También es un libro alegre," continúa Eastland, "porque tiene fe en el futuro, si hay suficiente fuerza interna para enfrentarlo cada día."

Entonces vino Seven Long Times, una descripción de sus días en prisión. De éste, la crítico Gladys P. Graham, escribe: "Recuenta la soledad, el terror, las sacudidas, los días agitados y locos, las humillaciones, la rabia y lo estúpido y sin sentido de sus siete años en prisión.... Una horrenda acusación de la mal llamada rehabilitación, y ofrece amplia evidencia de que lo que está sucediendo en nuestras prisiones es criminal."

Chago fue un cinedrama, declara otro crítico, "de la lucha agonizante de un hombre por mantener de hecho o fantasía sus derechos como ser humano y su fijación mental en la isla de Puerto Rico como base de su identidad."

Hubo más escritos de prosa y poesía, junto con conferencias en universidades y lecturas de poesía dramática en eventos puertorriqueños patrióticos en San Francisco.

Piri y Betty estaban en Ginebra en un congreso sobre derechos humanos y el genocidio cuando supieron de la invasión de hogares y arrestos del 30 de agosto de 1985. Piri le escribió al Club PEN (Poetas, Ensayistas y Novelistas) denunciando al FBI por su invasión estilo tropas de asalto, una de las muchas desde la primera invasión de Puerto Rico en 1898, cuando EEUU se apoderó de la isla. Culpó la filosofía norteamericana del "Destino Manifiesto", la cual sirve como razón fundamental para la conquista, señalando que Puerto Rico tiene la misma demanda de independencia que tuvieron las trece colonias. Piri ve que con el tiempo, el colonialismo llegará a ser tan extinto como la cotorra. "Ningún país, inclusive Puerto Rico, deberá ser forzado a doblegarse y soportar la humillación de su dignidad."

Su ambición, nos dice Piri con una sonrisa, es ser uno de los que acepte la rendición incondicional de las fuerzas de EEUU en Puerto Rico. Pacíficamente, por supuesto.

[Traducción por Suzie Dod Thomas]