Rubén
Berríos Martínez
Rubén Berríos, Presidente del Partido
Indpendentista (PIP) miró
orgullosamente hacia abajo desde su tarima, recreándose en aquel
mar
verde y blanco que formaban las banderas del PIP. Mientras un limitado
grupo de
Populares y Novo-Progresistas celebraban en otros lugares la
independencia de
Estados Unidos, 25,000 Independentistas de todos los puntos de vistas
tácticos
y políticos marchaban en pro de la independencia de Puerto Rico.
Organizada por el PIP, esta fue una de las más
coloridas procesiones
en las que yo jamás había participado. El tema principal
fue la
amenaza de que los Estados Unidos estuvieran colocando armas nucleares
en Puerto
Rico, en violación al Tratado de Tlatelolco por una
América Latina
libre de armas nucleares. Esto era visto como una amenaza directa a la
paz en
el Caribe, y a la seguridad y supervivencia de Puerto Rico en caso de
una guerra
nuclear. Los participantes cargaban imitaciones de bombas y de
féretros
cubiertos con la bandera puertorriqueña. Un grupo de llorosos
dolientes
vestidos de negro seguían una carroza que representaba un
cementerio. Una imagen enmascarada de Reagan se abrazaba a un esqueleto
cargando una bomba.
"El 4 de Julio", proclamó Berríos durante
los
discursos que siguieron a la procesión, "es una fecha gloriosa
para
la causa de la independencia en el mundo entero, pero vergonzoso para
aquellos
que se oponen a la independencia."
Luego volví a ver a Berríos en el ambiente
formal de su
oficina senatorial, mientras él se hallaba sentado tras un
impresionante
escritorio ejecutivo. Tras varios años procurando obtener una
entrevista
con el elusivo Berríos, finalmente se me concedió una
entrevista
de media hora durante su hora de almuerzo.
Como socialdemócrata, Berríos se mantiene
distanciado de las
organizaciones Marxistas- Leninistas. Aunque su meta es la de
establecer en
Puerto Rico una república socialista-demócrata libre,
él se
adhiere estrictamente a los métodos no violentos. El
rehúye
cautelosamente los esfuerzos para unificar el movimiento pro
independencia. Prefiere mantener separadas sus actividades
políticas a no ser que, como
en el caso de la marcha por la independencia, otras facciones deseen
participar.
Como abogado y profesor de leyes en la Universidad de Puerto
Rico, Berríos
tiene fe en el proceso legislativo. En los 38 años de existencia
del
PIP, éste ha trabajado hacia la obtención de
representación
legislativa. Recientemente Berríos había sido electo
senador. Otro líder del PIP, David Noriega, estaba sirviendo
como representante en
la legislatura de Puerto Rico.
Antes que depender de las Naciones Unidas para lograr el
apoyo
internacional, Berríos prefiere negociar directamente con otras
naciones
en su intento de procurar que las presiones internacionales hagan
efecto en los
Estados Unidos. Ha viajado extensamente por Europa y América
Latina. Recientemente fue elegido vicepresidente de COPPAL (Conferencia
Permanente de
Partidos Políticos de América Latina), una
organización que
representa los partidos democráticos y antiimperialistas de
América
Latina. El también es uno de los cinco vicepresidentes del
Comité
de la Internacional Socialista para América Latina.
Berríos está confiado en que un balance de
circunstancias
puede ser creado al grado en que los Estados Unidos se decidan a
desistir de su
control sobre Puerto Rico.
"Ninguna nación puede esperar mantenerse
virtualmente como la única
potencia colonial, cuando más de setenta y cinco países
han
obtenido su independencia a partir de la segunda Guerra Mundial,"
aseveró
en un discurso sobre Asuntos Externos. "Más y más
[gentes]"
cree él "están aceptando la independencia como la
única
salida responsable, natural y sensible del tremedal colonial."
En repuesta a la pregunta de cómo trabajar hacia la
independencia,
Berríos contestó: "Mientras más podamos convencer
a
nuestro pueblo de luchar por la independencia, más podremos
convencer a
los pueblos de otras naciones de solidarizarse con la independencia de
Puerto
Rico." Admitió que esto no es fácil de lograr debido a la
dependencia económica y a la falta de autoconfianza.
En cuanto a la preparación psicológica del
pueblo para la
independencia, respondió: "Esto, por supuesto, puede ser
posible. Sólo
convirtámoslos en independentistas. Descolonicémoslos
individualmente."
Yo deseaba saber sí podían existir
pequeños pasos a
seguir inmediatamente para lograr la independencia económica y
politíca. Pensó que esto era una imposibilidad y que
sólo serviría
para engañar y confundir al pueblo al hacerles pensar que
están
ganando la libertad.
Berríos se opone a la estadidad por considerla una
vía de
escape fácil, con dependencia continua de los sellos de
alimentos. El
cree en la dignidad de la ética de trabajo. "La estadidad,"
afirma él, "sólo creará arrabales permanentes, con
la
pérdida del prestigio universal."
El PIP se opone el enlistamiento militar reconociendo el
hecho de que los
puertorriqueños son reclutados para pelear las guerras
"Yanquis". El prevé el peligro de que los puertorriqueños
sean llamados para
intervenciones militares en América Latina o en el Caribe.
Berríos no concibe una fecha inmediata para el logro
de la
independencia, ya que el proceso de liberación es lento.
"Nosotros
continuaremos nuestra lucha por cualquiera que sea el tiempo que
ésta
tome. Sólo esperamos que la independencia se logre antes que la
desintegración social lleve al país al caos."
"Esta debe ser una lucha civil sin desviación,"
afirmó
Berríos durante las celebraciones del Grito de Lares, "pero
dificultoso ya que nuestro adversario es el más poderoso del
mundo." Repudiando la violencia, considera que el mayor valor del
hombre es el de
controlarse a sí mismo y refrenar sus pasiones.
Al preguntarle si su teléfono estaba interferido,
él se encogió
de hombros. "Sí, con toda probalidad." Y en cuanto a amenazas
de muerte, "Oh, sí, eso también." Pero él sigue
adelante a pesar de los riesgos personales.
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